Teófilo Laurentino Montesdeoca Saltos

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Teófilo Laurentino Montesdeoca Saltos

 

 

Nació el 3 de junio de 1921 en el barrio Puerto Arturo, cantón Chone, provincia de Manabí, en Ecuador. Cuando, en el año 2010, se le realizó una entrevista muy singular junto a varias generaciones de su familia, que reprodujeron los juegos de rueda de los chigualos para que el equipo pudiera registrarlos, vivía en el sitio La Sandía, cantón El Carmen (Manabí - Ecuador). Músico que amenizó fiestas religiosas populares en su juventud, compartió información sobre estas celebraciones, además de juegos de rueda, costumbres, creencias, relatos, amorfinos, y chigualos. Se realizó una pequeña entrevista a su nieta, Encarnación del Quinche Mostesdeoca Montesdeoca, pues se consideró justo ponderar que, a pesar de su juventud, decidió continuar con la tradición familiar de la celebración de las fiestas del Niño Dios en diciembre.

“Los chigualos sí me encantaban, es lo que más me ha encantado, la fiesta del Niño es la más linda que hay en este mundo. Por ejemplo, en Chone, usted bajaba de una casa, subía a otra del chigualo, en mis tiempos que yo era muchacho. Antes se usaba la chicha, hoy no se usa ya chicha, pura cola. Antes era chicha, dulces, los huevos de bolsillo, suspiritos y toda cosa de esas, ahora no.

Una vez le cuento que nos fuimos a una fiesta que había organizado un señor que hacía esas fiestas para Navidad, para Las Candelarias. Subimos allá, pero comenzaba a llegar la gente, pues. ¿Qué pasa?, que el señor no había acotejado la casa, pues, supimos nosotros, pero mire lo que hace Dios: así estaba (hace indicaciones con su brazo derecho, como si estuviera delimitando el espacio de la casa en referencia), ahí en la esquina estaba el Niño Dios, en la esquina allá, todo esto para acá se fue abajo y toda la esquina donde estaba el Niño Dios quedó todo ahí, ni se movió.

La señora donde yo estaba tenía unas ollísimas, me dice: Mijito, pero coja ahí y baje esta comida que está allí enterita. Sírvase ahí más (aunque) que sea una presa. Metió la susunga ahí, así de mate, y me la llena de presas. Ahí pudo comer no sé cuántas personas, no es que no hubo, ahí fuimos a otra casa.

¿Qué pasa?, que en esa casa han estado esos palos viejísimos, que han sido de mohín y ya se han pasado, pues, se han podrido, y se cayó esa pendejada con lo que llegó la gente a la escalera y, ¡pum!, cedió para abajo la mitad, y la otra mitad quedó ahí. Y yo me tapaba, que no me cayeran los palos arriba, en la cabeza. La vida de uno es una historia, papá, ¿sí o no?”.

Encarnación del Quinche Montesdeoca Montesdeoca

 

 

 

"Viendo yo aprendí, también, por que me gustaba verlos; siempre me han gustado las fiestas del campo y me siguen gustando, y como yo los veía que ellos hacían, entonces yo una vez cogí esa tadición y ahí digo: Yo voy a comenzar a hacerle la fiesta al Niño Dios. Cambié (compré), al Niño Dios y lo hice. Y ahí ya fui comenzando a hacer; llegó el otro año, volví de nuevo a hacer lo mismo, y seguí haciéndolo. ya hace mas o menos unos doce años atrás, yo ahí ni cuarenta tenía, yo era pequeño cuando comencé a hacer la Navidad aquí".

 

Información disponible en el repositorio: Entrevista completa en video (MP4) y en textos,material fotográfico.
Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.